Si un fraude significativo ha ocurrido a lo interno de su organización,
es importante que la gerencia y la actividad de auditoría hagan una
retrospectiva y consideren las lecciones aprendidas. Por ejemplo:
1. ¿Cómo ocurrió el fraude?
2. ¿Qué controles fallaron?
3. ¿Qué controles fueron anulados?
4. ¿Por qué el fraude no fue detectado más temprano?
5. ¿Qué señales de alerta pasaron inadvertidas por la gerencia?
6. ¿Qué señales de alerta no fueron detectadas por auditoría interna?
7. ¿Cómo pueden evitarse fraudes futuros o cómo se les puede detectar más
fácilmente?
8. ¿Qué controles deben reforzarse?
9. ¿Qué planes de auditoría interna y pasos de auditoría deben ser
mejorados?
10. ¿Qué capacitación adicional es necesaria?
Tanto la gerencia como los auditores internos pueden mantener reuniones
para debatir las lecciones aprendidas. Una retroalimentación dinámica en el
curso de tales reuniones debe recalcar la importancia que tiene el adquirir
información actualizada del perfil de los perpetradores y sobre los esquemas de
fraude usados, de modo que ayude a la organización a combatir este mal.
¿Te ha gustado el post? ¡Déjanos saber tu opinión a través de un
comentario!
No hay comentarios:
Publicar un comentario