“Los consejos de administración desean tener a alguien que sea un buen
comunicador y que no suavice o se reserve sus críticas sobre temas importantes.
Es importante que los mensajes sean transmitidos con claridad, ya sea de forma
oral o escrita, para que podamos comprender la magnitud de un problema: ¿se
trata de un asunto grave, o de un problema sin importancia?” Paul Sobel,
Director de Auditoría Interna, Mirant Corporation.
Aquellos auditores de carrera que tienden hacia el estereotipo
de contables introvertidos y socialmente inadecuados se enfrentan a una
relación difícil, por no decir imposible, con el comité de auditoría. Teniendo
un puesto tan influyente en el consejo, el director de auditoría interna debe
ser capaz de transmitir un mensaje claro, conciso y perspicaz. El consejo
espera que el director de auditoría interna sea capaz de hablar con franqueza y
transparencia, y que se sienta cómodo presentando los hechos y circunstancias
tal y como los percibe, sin dejarse afectar por la política o por las
impresiones personales.
Unas habilidades de comunicación sólidas se han convertido en
esenciales para el papel. "Los consejos de administración desean tratar
con alguien que sea un buen comunicador y que no suavice o se reserve sus
críticas sobre temas importantes", dice Paul Sobel, director de auditoría
interna en Mirant Corporation. "Es importante que los mensajes sean
transmitidos con claridad, ya sea de forma oral o escrita, para que podamos
comprender la magnitud de un problema: ¿se trata de un asunto grave, o de un
problema sin importancia? Y los comités de gestión y de auditoría también
necesitan captar otros puntos de vista y, por ejemplo, tomar el pulso de la
organización. Un signo de un buen líder es la habilidad para comunicar este
concepto".
La transmisión de los mensajes internos es sólo un aspecto más
de una responsabilidad con múltiples facetas. El director de auditoría interna
de éxito establece relaciones sólidas, no sólo con el consejero delegado y el
comité de auditoría, sino con los reguladores, las empresas de auditoría
externa, los líderes empresariales, y otras partes interesadas dentro y fuera
de la organización.
El mejor director de auditoría interna también se convertirá
en entrenador y mentor de su personal en esta importante habilidad. "Hay
personas en nuestra profesión que no saben realizar una buena
presentación", dijo Jeff Browning, director de Auditoría interna de Duke
Energy. "No queremos que se pierda nuestro mensaje, así que trato de que
los miembros de mi equipo entren en contacto con el equipo ejecutivo en un
ambiente controlado. Siempre llevo a algunos de mis subordinados para que hagan
las presentaciones, y esto les permite tratar con una mayor comodidad con el
equipo directivo y probarse en la batalla".
Browning se hace eco de un tema fundamental: la credibilidad
es el principal activo de la profesión, y requiere la transmisión de la
importancia de la profesión en toda la organización. “Las personas tienden a
vernos sólo cuando se produce una crisis", recalca Browning. "Y una
gran parte del tiempo, si hacemos bien nuestro trabajo, es más difícil que los
demás lo perciban. Así que es muy importante que participemos en el diálogo y
comuniquemos también nuestro mensaje”.
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