miércoles, 17 de julio de 2013

Patologías en las Organizaciones

Todas las instituciones –grandes y pequeñas, públicas y privadas, nacionales y extranjeras, con ánimo o sin ánimo de lucro...– tienen taras e imperfecciones. Ninguna escapa a esta realidad y ninguna podrá ser indiferente a la misma si quiere alcanzar –o seguir manteniendo– cotas elevadas. Para ello, es fundamental acudir a los especialistas – auditores, asesores, consultores o coaches– que permitan saber qué ocurre en cada organización y prescriban el tratamiento preciso que conduce a la excelencia.

Patologías en las Organizaciones es una publicación escrita conjuntamente por Marcos Urarte (Presidente del Grupo Pharos), Javier Fernández Aguado (Presidente de MindValue) y Francisco Alcaide Hernández (Profesor Universidad Antonio de Nebrija), la cual presenta más de 40 enfermedades que pueden afectar a su organización. 


Para cada una de ellas se detalla de forma bien estructurada:

– Diagnóstico.
– Síntomas.
– Causas.
– Tratamiento.

A continuación presentamos algunos ejemplos:

-Osteoporosis. En las empresas se manifiesta por el debilitamiento de la estructura por falta de recursos financieros o humanos. Un derroche en los costes, el endeudamiento excesivo, una plantilla sobredimensionada y la falta de liderazgo son algunas de la causas de esta enfermedad. El tratamiento pasa por una planificación financiera o la externalización; y, en la gestión de personas, hay que apostar por la meritocracia y por planes de retribución rigurosos.

-Anemia. El apalancamiento del talento y la disminución del compromiso provoca empresas anémicas. La desgana, el trabajo de escasa calidad, la rumorología y el absentismo son sintomáticos. Es posible solventar esta situación diseñando políticas de conciliación que incidan en la parte emocional de los empleados y el desarrollo de políticas de imagen de marca que fomenten el compromiso.

-Esquizofrenia. La falta de coherencia entre lo que se dice y lo que se hace da lugar a compañías esquizofrénicas. Estas organizaciones atienden bien al cliente externo (consumidor) pero no al interno (empleado; y mientras se predica la austeridad, los directivos se alojan en hoteles de cinco estrellas gran lujo. La sustitución de los cargos directivos más incompetentes o recurrir al coaching para cambiar actitudes pueden ser algunos de los tratamientos más efectivos.

-Artrosis. Estas compañías carecen de capacidad para hacer frente a la nueva realidad, cuyo cambio se produce cada vez más rápido. Su personal y directivos son incapaces de asumir riesgos y tienen escasa visión de futuro. Una mejora de la comunicación interna que acerque los jefes a los empleados, y una mayor inversión en I+D para generar culturas innovadoras pueden ser definitivas para sanar este tipo de organizaciones.

Es importante que los auditores internos nos familiaricemos con cada uno de estos males, con la finalidad de poder identificar el padecimiento a tiempo y de esta forma recomendar los correctivos de lugar oportunamente.

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