[...]
antes de abandonar Egipto debemos hablar de la naturaleza del papiro, en vista
de que todos los usos de la vida civilizada dependen hasta tal punto del empleo
del papel [...] M. Varrón nos informa de que el papel debe su descubrimiento a
la victoria de Alejandro Magno, en la época en que fundó Alejandría en Egipto.
Hasta entonces no se utilizaba el papel. Primero se usaron hojas de palma para
escribir y después la
corteza de ciertos árboles [Plinio el Viejo: Historia natural, 13.21].
Independientemente
de la exactitud de las noticias históricas de Plinio, es un hecho conocido que
las cortezas de árbol fueron uno de los primeros soportes de escritura en la
Antigüedad; de ahí que, por metonimia, se haya mantenido memoria de esto en el
nombre del formato por excelencia en que se presenta la palabra escrita en
Occidente: el libro.
La
palabra castellana viene de la forma de acusativo (librum), que era la que servía en latín para
el complemento directo. Esto es lo normal en el paso del latín al castellano:
Lat. librum > cast. Libro.
Ahora bien, volviendo al presente, hoy día hay mucha gente que no vuelve a abrir un libro después de haber acabado la universidad. Es increíble. Hay demasiada gente que pasa más tiempo viendo la televisión que adentrándose en la mente de los pensadores más evolucionados que han pasado por nuestro planeta. Hay demasiada gente que ha cerrado su mente a nuevas ideas y poderosos pensamientos. Una sola idea descubierta en un libro basta para que cambies el modo de ver el mundo. Una idea leída en un libro podría transformar el modo en que te comunicas con la gente. Una idea hallada en un libro podría ayudarte a vivir más tiempo o a ser más feliz o a dirigir tu negocio o profesión con notable éxito.
A continuación
compartimos algunas frases que resaltan la importancia de los libros:
“De
los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el
libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una
extensión de la imaginación y la memoria”. Jorge Luis Borges.
“Un
libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado,
un alma que perdona; destruido, un corazón que llora”. Proverbio Indú.
“El
regalo de un libro, además de obsequio, es un delicado elogio”. Anónimo.
“Es un
buen libro aquel que se abre con expectación y se cierra con provecho”. Bronson
Alcott.
“Para
viajar lejos, no hay mejor nave que un libro”. Emily Dickinson.
“Los
libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni
la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer”. Alfonso V.
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