Ese elemento especial es lo
que constituye tu llamado.
Tu llamado
es algo que te mueve como ninguna otra cosa en la vida. Es algo que te atrae,
algo sobre lo que te sientes apasionado y que te llena de alegría y te prende
fuego en el corazón cuando lo haces. Algunos auditores interno que conozco le llaman a este termino vocación.
Hace un
tiempo leí un párrafo de un libro de Robin Sharma, que decía: “Todos tenemos talentos especiales
esperando a que los apliquemos a una empresa digna. Todos tenemos algún tipo de
genio personal. Todos estamos aquí con un propósito único, algún objetivo noble
que nos permitirá manifestar nuestro máximo potencial humano, mientras añadimos
valor a la vida de quienes nos rodean. Descubrir esa vocación no quiere decir
que debas abandonar el trabajo en el que te ocupas. Solo significa que tendrás
que aportar a ese trabajo más esfuerzo y centrarte en las cosas que sabes hacer
mejor. Hoy mismo decide ser brillante en lo que haces, y en cómo vives.”
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la reflexión? ¡Compártela con otro auditor interno!
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