Por Jesús Aisa Sánchez-Horneros
Así de tajante es el título del último libro de la periodista canadiense
Naomi Klein publicado hace un año, que será llevado a las pantallas como
documental el próximo 20 de Octubre, con el que, como ya lo hicieron otros
anteriormente, intentará afianzar en el espectador la idea de que necesitamos
un cambio en el modelo económico mundial si queremos atajar los impactos
negativos del cambio climático.
Pero en esta ocasión el documental tratará de ir un paso más allá,
trasladando la idea de que combatir el Cambio Climático es además la mejor
oportunidad para crear un mundo mejor.
Pero además el libro, como el documental, no se queda en dar argumentos
científicos, que también, sino que se centra en política. En especial en
aquellas acciones sociales necesarias para combatir el aumento de temperatura,
así como la contaminación de tierra, mar y aire. Ya que, como advierte a lo
largo de los 90 minutos que dura el documental, combatir el cambio climático
tiene que ver sobre todo con quienes poseen poder.
El documental al igual que el libro, tratará de unir las medidas contra el
cambio climático con medidas de justicia económica y social. Como por ejemplo,
la generación de políticas para los trabajadores que pierdan sus empleos por
estar trabajando en industrias “sucias”, para que puedan formarse para trabajar
en energías renovables; políticas para abaratar el transporte público; o por
ejemplo políticas que favorezcan que las comunidades locales puedan controlar
la producción de su energía.
A continuación se puede ver el tráiler del documental, con el que hacerse
una mejor idea del mismo:
Dado que el documental no viene de la mano de un ex Vicepresidente de los
Estados Unidos, en principio no sería esperable tanta repercusión como obtuvo
el documental “Una verdad incomoda” allá por el año 2006. Pero lo que sí que
podemos esperar es que, una vez el documental se haga más o menos viral, no
tardarán en aparecer las voces críticas sobre la información ofrecida en el
mismo, intentado desautorizarlo.
Esto es lo que pasa siempre. Pasó en el año 1962 tras la publicación del
libro de Rachel Carson “Silent Spring” en el que se denunciaban los efectos
negativos del DDT sobre los ecosistemas, y pasó un año después de la
presentación del documental de Al Gore, cuando un grupo de escépticos del
cambio climático presentaron el también documental “The great global warming
swindle” (la gran estafa del calentamiento global).
El documental “La gran estafa del calentamiento global”, con el que se pretendía
desmontar las aseguraciones aparecidas en “Una verdad incómoda”, como no se
tardó en evidenciar, estaba basado en varias mentiras o medias verdades, pero
entonces sirvió (y en muchos casos aún sirve) para alimentar las ideas de los
negacioncitas del cambio climático.
Y es que, si hay algo que los grupos de interés anti calentamiento global
saben hacer, es crear confusión en la población y afianzar opiniones favorables
a sus intereses, puesto que saben que una vez creada una opinión en la
sociedad, es muy difícil cambiarla. Aunque para ello tengan que faltar a la
verdad.
Un argumento que utilizan recurrentemente es el de que todos estos
movimientos ecologistas están orquestados desde los científicos y las ONGs
ambientalistas, con el único objetivo de recaudar más fondos. Ya pasó en su día
con el tema del DDT y seguirá pasando cada vez que se publique un informe o un
documental que anteponga el beneficio ambiental al beneficio económico de las
grandes multinacionales.
Pero la buena noticia es que este argumento se les está empezando a quedar
corto, ya que ahora ya no son sólo los científicos especializados en cambio
climático o las ONGs, los que están alzando la voz sobre este problema mundial.
Si no que, cada vez más, son los propios Gobiernos, empresas y creadores de
opinión imparciales los que se están uniendo a esta lucha global.
Una lucha que como menciona Naomi Klein en su libro, deberá terminar en un
cambio del sistema económico actual, y el cual obligará a las organizaciones a
adaptarse al nuevo paradigma económico sostenible. Un paradigma que está
ofreciendo una gran cantidad de oportunidades a las organizaciones y gobiernos
que ya han sabido detectarlas y abordarlas, pero que, sin embargo, como si de
la selección natural se tratase, está debilitando a aquellos otros gobiernos y organizaciones que siguen negando
la necesidad del cambio.
Y es que no se nos debe olvidar que hemos de cambiar antes de que el cambio
llegue a nosotros y sea demasiado tarde.
Jesús Aisa Sánchez-Horneros. Es Ambientólogo por estudios,
experto en cambio climático por experiencia laboral y defensor y creyente de la
sostenibilidad por convicción propia. Este artículo fue publicado en el Blog Sostenibilidad Tangible,
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