Las personas humildes que logran el éxito reconocen que no llegaron a la
cumbre por sí solos, y en gran medida dan el mérito a quienes los ayudaron a lo
largo del camino.
Albert Einstein dijo en una ocasión: Cien veces al día me
acuerdo de que mi vida interior y exterior dependen del esfuerzo de otras
personas, vivas y muertas, y que debo esforzarme por dar en la misma forma en
que he recibido y estoy recibiendo.
A continuación, presentamos otro ejemplo de agradecimiento:
En el estudio del escritor de Raíces, Alex Haley, colgaba la foto de una
tortuga sentada en una cerca. Cuando Haley la miraba recordaba una lección que
le enseñó su amigo John Gaines: “Si ves una tortuga trepada en el poste
de una cerca, ten la seguridad que recibió ayuda”.
Haley decía: “Cada vez que empiezo a pensar: Vaya, ¿no es
maravilloso esto que he hecho?, entonces miro esa foto y recuerdo cómo esa
tortuga (yo) se trepó en ese poste”.
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