lunes, 19 de noviembre de 2018

La arrogancia en el fraude corporativo


Julian Rios

En pasados artículos, como en el de Diamante del Fraude, hablamos del nuevo vértice "Capacidad" y vimos cómo a través de una teoría se podría explicar por qué las personas cometen fraude. Sigo pensando que la teoría del Triángulo del Fraude de Donald cressey cubre el término capacidad cuando se habla de su vértice Oportunidad, que se define como la información general y las habilidades técnicas para cometer un fraude.

Triángulo del Fraude, Diamante del fraude y ahora Pentágono del fraude, 
adicionando capacidad y arrogancia a la teoría original

Hoy veremos cómo a través del pentágono del fraude, inventado por Jonathan T. Marks de la empresa de consultoría Crowe Horwath se habla también de la necesidad de incorporar más vértices, ésta vez el de “arrogancia".

Definamos la arrogancia

Según Karen Horney, la arrogancia es una actitud que se refiere al excesivo orgullo de una persona de si misma, que la lleva a creer y a exigir mas privilegios de a los que tiene derecho normalmente. Definiendo igualmente el orgullo como un exceso de estimación hacia uno mismo y hacia los propios méritos por los cuales la persona se cree superior a los demás. Para rematar, la psicología dice que la arrogancia es el producto de la compensación que ocurre en el ego por tener una autoimagen inflada, por lo tanto, la persona pretende ejercer los derechos que cree tener por la importancia que se atribuye a sí misma, basada en su autoimagen, mientras que los demás lo ven y reconocen por lo que es.

Arrogancia como componente del fraude

Según un estudio de COSO, el 70% de los perpetradores tienen un perfil donde resalta la combinación de presión corporativa/social y arrogancia, enfundada en un espíritu de liderazgo de tipo influenciable sobre las personas de su entorno.

La arrogancia y la codicia, junto con el poder de hacer algo incorrecto pero autojustificable en el mar del ego humano, está presente en más de la mitad de los estudios de fraude y podríamos estar hablando mas que de situaciones que generen presión social, oportunidad y justificación, de personalidades que son mas compatibles y estarían mas orientadas a la ocurrencia de un fraude.

Cómo detectarla en su forma temprana

Según el mismo creador de la teoría, se puede detectar un comportamiento sospechoso, digno de ser analizado, en aquella persona que presente cierta inclinación por no cumplir o estar en desacuerdo con los controles internos establecidos por auditoría interna, porque piensa que deben ser para todos menos para él, que lo único que hacen es impedir que se lleve a cabo su excelente y eficiente labor en la compañía.

La arrogancia como mecanismo de defensa

Ernesto estaba muy interesado en atraer la atención de las personas, él intento todos los métodos que conocía para impresionarlos pero ellos nunca se dieron cuenta de que él existía. Ernesto se comenzó a sentir mal porque creía que la gente de la alta sociedad lo ignoraba intencionalmente, su ego lo estaba hiriendo y buscaba con impaciencia una forma de sentirse importante sabiendo que las personas que le interesaban lo ignoraban.

La mente de Ernesto se dio cuenta de que ser arrogante podría ser una solución que podría hacer que se sintiera importante y podría sanar su ego herido, pero se enfrentó a un gran problema, ¿cómo podría ser arrogante si la gente ya lo ignoraba? ¿Cómo podría él afirmar que era mejor que aquellos que no se interesan en él?

Ernesto entonces no practicó su arrogancia con esas personas sino que el ¿Te ha gustado la información? ¡Compártela con otro auditor interno! igió a los que consideraba que valían menos que él y los trató de forma arrogante. ¿ Has vivido esta situación con alguien en tu organización ?

Referencias (ACFE, 2018) Fraud Magazine, Improving fraud risk management

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