He
dicho una y mil veces en las presentaciones y
cursos que imparto que:
Olvídese de las políticas y procedimientos
Cuando la práctica y el sentido común indican que existen
mejores formas para realizar el trabajo, una de las principales metas de su
departamento es asegurarse de que las políticas y procedimientos establecidos
son los mejores para lograr alcanzar los objetivos de la organización.
Confieso que en mi experiencia como auditor, si
una persona no es capaz de explicarme la razón por la cual está realizando un
trabajo, el mismo carece de importancia y debe ser eliminado. Casi siempre pasamos por alto el verdadero
significado de un control y realizamos las tareas porque de esa forma lo establecen
los manuales, las políticas, procedimientos o normas establecidas por la empresa
sin pensar, si en la actualidad es necesario o no la realización del mismo.
La moraleja: Vivimos como autómatas y trabajamos con el piloto automático,
debido a que nos ajustamos fácilmente a nuestro medio ambiente. En muchas ocasiones
no somos capaces de cuestionar el sistema establecido, de cambiar el estatus
quo a través de usar la creatividad, visión e influencia para hacer que las cosas
mejoren. Si analizamos de forma crítica cada una de las áreas de negocio, fácilmente se puede
ver tareas, funciones y pasos que no agregan ningún valor al
proceso.
Después de tantos años
de trabajo he podido aprender que cambios realmente notables ocurren cuando
somos capaces de examinar nuestra forma de pensar y
cuando estamos abiertos a la posibilidad de realizar cambios de adentro hacia
fuera. Lamentablemente,
muchos auditores internos aceptan sus limitaciones y nunca alcanzan todo su
potencial.
Finalizamos con una frase de Maryam Valera:
“El trabajo
debe hacernos sentir bien, no ha de hacernos sufrir;
el desarrollo
tecnológico ha de facilitarnos las cosas, no esclavizarnos más;
la globalización
ha de darnos más oportunidades, no quitárnoslas;
el acceso
a la información debe darnos conocimiento, no ignorancia.
¿Qué estamos
haciendo?
Dejándonos
llevar y en eso no consiste la vida;
la
vida consiste a arriesgar”.
¿Te ha gustado el post? ¡Déjanos saber tu opinión a través
de un comentario!
es triste escuchar a alguien decir...asi siempre lo hemos hechos...20 años haciendo algo de la misma manera....
ResponderEliminarEste tipo de personas no tiene 20 años de experiencia, si no que han repetido de forma automática lo que aprendieron en su primer año en la organizació. En realidad poseen un año de experiencia.
ResponderEliminarGracias por compartir tu opinión.
Que importante es el estar conscientes de que, como Auditores Interno tenemos la preciosa oportunidad de aportar mejoras a los procesos, de generar valor....Esto a través de ver más allá de lo establecido...Podemos ser un factor importante en el cambio de culturas en la organización...Saludos y un excelente artículo.
ResponderEliminar