Entre las actividades más importantes para establecer una
base de diseño e implementación de programa antifraude y actividades de control
se encuentra el proceso de evaluación de riesgo de fraude. Como tal, es crucial
considerar cómo lograr que las evaluaciones de riesgo de fraude sean más
eficaces, por lo que el auditor interno debe tener presente en su revisión de la
evaluación de riesgo de fraude lo siguiente:
1. Se
realiza en forma sistemática y reiterada.
2. Tiene
en cuenta posibles situaciones y esquemas de fraude, incluidos factores
internos y externos.
3. Evalúa
el riesgo a nivel de toda la compañía, de unidades de negocio significativas y
cuenta en los estados financieros materiales.
4. Evalúa
la probabilidad, relevancia y el grado de generalización de cada riesgo.
5. Evalúa
la exposición que genera cada categoría de riesgo de fraude al identificar
actividades de control para la mitigación y considera la eficacia de esas
actividades de control.
6. Se
lleva a cabo con la participación del personal apropiado.
7. Tiene
en consideración la acción de eludir controles por parte de la dirección.
8. Se
actualiza cuando surgen circunstancias especiales (fusiones, adquisiciones y
sistemas y procesos nuevos).
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