Marta Cadavid, CAMS, CFE, AML
La intención es la fina línea que divide el engaño y el error y pensaríamos que esto sólo se discutiría en ciertas esferas financieras, pero nunca con los alimentos. Cuando el planeta está pasando por una de las dificultades más grandes e impensables, el fraude alimentario es rampante como la misma corrupción. Lo grave del asunto es que poco se habla de este fenómeno quizás por que nos creemos que todo lo que consumimos es legítimo. Que tal si cada mañana nos preguntamos si los productos como la leche, el aceite de oliva, las aceitunas, la miel, la carne molina, el atún, y los condimentos si son lo que dicen ser de acuerdo a los fabricantes.
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