Los vientos del cambio están en el aire, el
péndulo ha oscilado, tenga presente que en un entorno tan turbulento como el
actual, el liderazgo y la persona son las claves de una nueva era empresarial.
El éxito de un departamento de auditoría interna es simplemente el reflejo de
la actitud, grado de motivación y compromiso de las personas que lo forman.
Tenemos el compromiso de ir
más allá de los conocimientos técnicos, esto representa un cambio radical, que
persigue el no solamente poseer habilidades técnicas avanzadas, las cuales nos permitan analizar los procesos de
negocio y sus controles asociados, sino que debemos adicionalmente desarrollar
nuestras destrezas personales.
Ser un líder tiene que ver
con su capacidad para inspirar, producir pasión y entusiasmo en los demás; su
éxito no depende tanto en lo que hace, sino de cómo lo hace. Es bueno destacar que los líderes son
personas que aman profundamente lo que hacen, saben lo que quieren y forman a
los demás, a través de convertirlos en gente: talentosas, poderosas y
capaces.
Un auditor con liderazgo integra
y da sentido de dirección, apasiona, anima, fomenta la ética, combina el
discurso con la acción.
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