Sobre-auditar
(uso de un alcance exageradamente amplio),
me
estoy refiriendo a no saber cuando detenernos.
Los auditores más diligentes y apasionados con su trabajo
tienden a tener serios problemas por establecer un alcance muy amplio, lo cual
incrementa la posibilidad de que el riesgo se escape de las manos y que los
proyectos de auditoría tomen mucho tiempo para ser completados.
Por otra parte, tenemos en algunas instituciones gubernamentales
existen que auditores sedientos de sangre, los cuales al igual que los vampiros
de la serie de televisión True Blood pasan todo el tiempo buscado su próxima
victima y no terminan un proyecto hasta que no encuentran un problema que
puedan incluir en su informe, aunque el mismo en algunas ocasiones este fuera
del alcance definido inicialmente para el proyecto.
Siempre tenemos la tentación de auditar más en vez de
reducir la cobertura de nuestro trabajo. Debemos de emplear el juicio
profesional para balancear el riesgo y los recursos limitados de su
departamento de auditoría interna.
Por lo que es fundamental dar repuesta a las siguientes
interrogantes:
1.
¿Es razonable el tiempo total invertido en este
proyecto?
2.
¿Estoy cubriendo exactamente las áreas que fueron
planificadas y acordadas con mi cliente?
3.
¿Existen procedimientos de auditoría que no agregan
valor y que deberían ser eliminados del programa?
4.
¿Me obliga el sistema establecido a siempre tener
que reportar un problema en cada trabajo realizado?
5.
¿Cuál es la diferencia entre el total de horas
presupuestadas y el total de horas trabajadas?
6.
¿Cuándo fue la última vez que terminaste un
proyecto antes del tiempo establecido?
7.
¿Completa usted el plan anual de su departamento
cada año?
8.
¿Cuál el costo de cada informe emitido?
9.
¿Cuál fue el último proyecto dónde invertí más
horas de las que debía?
Si para usted es difícil responder algunas de estas
inquietudes es muy probable que este sobre-auditando.
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