Durante el desarrollo del Curso
Taller Smart-Audit (Auditoría Inteli-Gente), que impartí in-house,
recientemente, para el equipo de auditoría interna de una prestigiosa organización
del sector financiero de Perú, un auditor se me acerco durante una pausa y me
pregunto:
¿Cuál es el tipo de fraude más común?
Le respondí, sin dudar un segundo,
que en mi opinión el tipo de fraude que más frecuentemente afecta a cualquier organización
es:
La malversación de activos
La malversación implica el robo o el
uso indebido de los activos de una organización (por ejemplo, desvío de
ingresos, robo de existencias o inventarios, fraude en la nómina). Los activos
de una organización, tanto tangibles (por ejemplo: efectivo o inventarios)
como intangibles (por ejemplo: derecho de autor o información confidencial),
pueden ser objeto de malversación por parte de empleados, clientes o
proveedores.
La organización debería asegurarse
que existan controles implementados para proteger tales activos. Los esquemas
más comunes incluyen malversación por parte de:
Empleados:
Creación de y pago a proveedores ficticios.
Pago de facturas sobrevaloradas (infladas) o ficticas.
Facturas por bienes no recibidos o servicios no
realizados.
Robo de inventarios o utilización de activos de la
organización para beneficio personal.
Reporte de gastos falsos o sobrevalorados (inflados).
Robo o uso de información confidencial de la
organización.
Empleados en colusión con proveedores, clientes o
terceras partes:
Pagos de facturas sobrevaloradas (infladas) o
ficticias.
Emisión de notas de crédito sobrevaloradas (infladas) o
ficticias.
Facturas por bienes no recibidos o servicios no
realizados.
Precios o entregas preferenciales.
Manipulación de licitaciones, sorteos o proceso de
adjudicar contratos.
Robo o uso de información confidencial de la
organización.
Proveedores:
Pagos de facturas sobrevaloradas (infladas) o
ficticias.
Despachos incompletos / con faltantes o sustitución por
bienes de menor calidad.
Facturas por bienes no recibidos o servicios no
realizados.
Clientes:
Reclamos falsos por bienes dañados o devueltos así como
por despachos incompletos.
La proteccion contra estos riesgos
requiere no solamente de controles de protección física sino también de
controles periódicos de detección, tales como: conteos físico de inventarios y
reconciliación del auxiliar con la cuenta correspondiente del mayor general.
Recuerde que un perpetrador de fraude astuto tendrá en cuenta estos controles y
diseñara un esquema de fraude que evite o se oculte de ellos.
Para finalizar, recuerde que:
“Lo único que necesita para que triunfe el mal
es
que los hombres buenos no hagan nada”
Edmund Burke, estadista y filósofo británico.
Los auditores internos tenemos el
compromiso de frenar las conductas inapropiadas, convertirnos en un dique de
contención, en una barrera protectora; a través de promover la integridad y
transparencia en todos los niveles de la organización. Indiscutiblemente que para combatir los graves
problemas de fraudes que afectan a todas las entidades, tenemos la responsabilidad de contestar el
llamado:
“El lugar más caliente en el infierno está
reservado para quienes,
en un período de crisis moral, se mantienen
neutrales”
Dante, poeta, prosista, teórico de la
literatura, filósofo y pensador político italiano.
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Excelente definición de los componentes de riesgo a fraude en las compañías.
ResponderEliminarMuchas gracias Samuel, por dejarnos saber tu opinión sobre este importante tema que afecta a todas las organizaciones. Saludos,
EliminarMuchos fraudes son propicios cuando en las corporaciones hay empleados preferentes excluidos del cumplimento de los controles internos.
ResponderEliminarSe han prwguntadp que es fraude? Por qué mucjos auditotesv SUPONEN su definicion y alcance? Es la misma definicion para un Auditor Interno que para un Auditor Forense? Esp hoy es relevante. El esquema de frsude de ACFE es limitado.hay otros.. Los ha revidado?
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