Jesús Aisa Diez
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, el Marco
Internacional para la Práctica Profesional de la Auditoría Interna, incluye
entre sus postulados la Norma 1300 relativa a los Programas de Aseguramiento
y Mejora de la Calidad, facultando para ello, en lo que se refiere a las
evaluaciones periódicas externas, a equipos de evaluación cualificados e
independientes.
Entre el material objeto de tramitación por
parte de los evaluadores de la calidad de las Unidades de Auditoría Interna, se
encuentran las encuestas anónimas del grado de satisfacción de los clientes
internos de la función auditora, así como la de los miembros del propio equipo
auditor. Con estas encuestas lo que se pretende conocer es la opinión de ambos
colectivos respecto de la actividad desarrollada, fundamentalmente respecto del
grado de cumplimiento y atención de sus expectativas como responsables
auditados y auditores, respectivamente.
Para ello las encuestas a los clientes de
auditoría incluyen 24 preguntas, del tipo: Objetividad de los auditores
internos. Profesionalidad de los auditores internos. Conocimiento del sector
auditado, organización y procesos del negocio. Calidad de la relación y
afinidad entre los auditores y el área de responsabilidad del encuestado.
Alcance del trabajo de auditoría. Oportunidad de trabajo de auditoría y su
informe. Etcétera.
Mientras que las encuestas a los auditores es
más amplia, 36 preguntas, entre ellas: Si la actividad de Auditoría
Interna les ha brindado la oportunidad de capacitarse/obtener la experiencia
adecuada a través de seminarios o cursos de formación. Grado de
responsabilidades en el desarrollo de los trabajos. Si consideran que tienen
ocasión de participar en la planificación de las auditorías. Si su opinión es tenida en consideración en
la determinación del alcance de los trabajos en el que participan. Los aspectos
que más les agrada de su actividad, así como los que se deberían cambiar, ...
El resultado de estas encuestas, tanto de un
colectivo como del otro, permiten a los evaluadores a anticipar el conocimiento
del entorno en el que se desenvuelve la actividad a supervisar, así como
también sus posibles fortalezas y debilidades en base a la opinión subjetiva de
sus protagonistas. Por ello, al finalizar el proceso evaluador se facilita a
los responsables de la Unidad de Auditoría Interna valorada, el resultado
agregado de las respuestas obtenidas, y su comparativa con la media histórica
de las respuestas de las Unidades previamente evaluadas. Por ejemplo:
Gráfico representativo respuestas de los clientes (color oscuro, UAI
evaluada; color claro, acumulado).
Grafico representativo respuestas de los
auditores.
La utilidad de estas informaciones, aparte de
conocer en qué aspectos concretos existirían oportunidades de mejora, según los
resultados de sus respuestas en relación con el acumulado histórico de los
datos disponibles, también permitirán a los responsables de la Unidad Auditora,
así como a los miembros de la Comisión de Auditoría con quienes debe
compartirse esta información, sacar otro tipo de conclusiones.
Supongamos una respuesta de los clientes como la
que recoge el primer gráfico, en el que puede observarse que el grado de
satisfacción de los clientes internos es muy bueno, incluso podríamos decir que
excepcionalmente positivo. Lo cual, en principio, sería para sentirse muy
orgulloso, pues demostraría que la calidad del trabajo de auditoría, entendido
esta como el cumplimiento de las expectativas de los clientes, se encuentra en
un nivel máximo.
Ahora bien, si de verdad nos encontrásemos con
un caso como este, no habría que preguntarse por qué conseguimos estos buenos
resultados, dónde radica nuestro éxito.
En mi opinión, y es algo que habría que analizar
con detalle, entiendo que unos resultados tan excepcionales podrían estar
reflejando la existencia de un riesgo de falta de independencia y objetividad
de los auditores, al estar emitiendo informes faltos de rigor y totalmente
proclives a las decisiones de los gestores, es decir, sin la bondad necesaria
para ser realmente útiles.
Una forma de poder opinar sobre el
comportamiento real de dicha Unidad de Auditoría, sería observar
simultáneamente las respuestas de los auditores; si esta fuese como la que
recoge el segundo cuadro, que también es muy favorable a la gestión realizada
en la organización analizada, podríamos pensar que, efectivamente, estamos
delante de una UAI de alta calidad; pero si los resultados de los auditores
estuviesen por debajo de la media de los facilitados en los demás casos
analizados, resultaría prudente poner en cuestión la forma de desarrollar la
función auditora, pues probablemente estaríamos ante un caso de falta de rigor
en sus análisis.
Con estos comentarios lo que queríamos poner de
manifiesto es que, en cualquier caso deberíamos conocer las razones por las que
los resultados no estuviesen en el entorno de la media, pues tanto si están
alejados de la misma por exceso, como por defecto, nos pueden estar indicando
situaciones que precisasen ser corregidas. En el buen entendido que lo dicho
resultará válido para situaciones de desviaciones positivas o negativas
desproporcionadas.
Espero que compartan estas reflexiones, que solo
pretenden poner de manifiesto que tan malo sería pasarse en nuestra
labor supervisora, haciéndola “policiaca” o
“fiscalizadora”, como el no llegar, desarrollándose de forma “paternalista”. La
virtud, como bien sabemos, no se encuentra en los extremos.
Para aquellos que atienden la lectura de mis artículos, dado que el mes de Agosto es el mes de vacaciones por excelencia, es muy probable que durante el mismo no estén en disposición de entrar en el blog, por lo que resultará prudente abrir un paréntesis durante este periodo, dejándolo para dentro de unas semanas los nuevos comentarios. Felices vacaciones.
Artículo Publicado en el Blog:
Auditoría Interna del Siglo XXI
http://auditoriainternasiglo21.blogspot.com.es/
Jesús Aisa Díez Ex-Subdirector
General Corporativo de Auditoría Interna de Telefónica SA. Director Proyectos
de Evaluaciones de Calidad del IAI España. Director Técnico de FSH Consulting.
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Muy buena publicación, adicionalmente y complementando el contenido, es importante asegurar que estas actividades de encuesta no estén directamente vinculadas con los indicadores de gestión del área, teniendo en cuenta que en esencia la objetividad de estas respuestas podría estar cuestionada (principalmente las internas) y no generar la utilidad esperada, de obtención de información útil para considerar ajustes o modificaciones en la gestión administrativa y funcional de la Unidad.
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