Marta
Cadavid, CAMS, CFE, AML
Quizás uno de los momentos más difíciles
que cualquier ser humano puede vivir es la pérdida de un ser amado. Para muchos
la tristeza y el dolor invade todos los espacios, y aunque para otros puede ser
el alivio de un largo sufrimiento, el vacío tanto espacial y legal no dan
espera. Uno de los abusos o fraudes más comunes, pero de los que poco se habla
es el arreglo de los aspectos legales del difunto. Historias van y vienen de
personas muertas que reviven con deudas, las cuales deben ser pagadas por sus
familiares. Préstamos personales, fiados, activos no pagados, hipotecas no
protocolizadas, arreglos privados en cualquier trozo de papel, entre otros son
la punta del iceberg de los fraudes que se cometen con los muertos.
La industria criminal no perdona ni
respeta, y la pérdida de un ser amado no es la excepción de los perpetradores
que se dedican a monitorear a los fallecidos de la semana para solidarse con la
familia y no precisamente para ofrecer total respaldo. Este tipo de criminales
son aves de rapiña del dolor ajeno que con astucia y falsa empatía se acercan a
la familia doliente para expresar sus condolencias y de paso actuar. Durante el
funeral, este tipo de perpetradores comienza la debida diligencia, acercándose
al círculo más alejado de familia y amigos para indagar por información y poco
a poco llegan a los dolientes más cercanos de quienes abandonaron este espacio
terrenal. Popularmente se dice que no hay muerto malo, de ahí que cuando el
perpetrador contacta a la familia más cercana tiene suficiente información para
con nombre propio expresar sus más profundas condolencias por la reciente
pérdida.
Pocos días después y con la información
recogida, el perpetrador comienza su práctica desalmada de cobrar una deuda
inexistente y con documentos que en muchos casos son falsos. Este tipo de
fraude tiene muchas aristas, ya que dependen de la información recolectada en
el funeral, tipo de familia y pasado del difunto. Los reclamos comienzan
simples y amistosos e incluso con empatía, y de acuerdo al nivel de aceptación
y convencimiento, las conversaciones se tornan cada vez más ásperas y exigentes
con el único propósito de presionar el pago en medio de la crisis.
La debilidad en este tipo de fraudes
comienza cuando se sabe poco de la vida personal, legal y económica de quien
muere. En muchos casos, los miembros de una misma familia ocultan sus
actividades por múltiples razones. Incluso es común saber que entre ciertas
parejas hay recelo para revelarse aspectos económicos y legales, lo que
conlleva a nadar en una mar de sorpresas con un traje de baño llamado
vulnerabilidad.
Para evitar este tipo de crisis le
recomiendo algunos tips que usted puede implementar inmediatamente:
·
Legalice documentos de
compra-venta, préstamos, hipotecas, y demás documentos a través de autoridades
locales o notarios de su ciudad.
·
Si sus documentos
requieren testigos, escoja personas cercanas a Usted que puedan esclarecer
cualquier situación cuando se requiera.
·
Mantenga sus documentos
personales organizados en un solo lugar. Prepare notas sobre dichos documentos
o cambios que se deben hacer en el tiempo.
·
Su familia merece saber
la verdad, pero en caso de que no desee revelar su vida económica y legal,
implemente una estrategia con la cual se puedan aclarar tales aspectos cuando
Usted muera o incluso en una enfermedad en la que Usted no pueda actuar.
·
Tenga sanos hábitos de
pago y use entidades conocidas para establecer su crédito financiero.
·
Adquiera sus muebles y
electrodomésticos en almacenes conocidos con amplias formas de pago.
·
Tenga un abogado y/o
contador de confianza que conozca sus movimientos legales y estrategias para
actuar en caso de su ausencia.
·
En caso de que Usted sea
el doliente, comuníquele a su familia y amigos sobre la situación de presión
por la que está pasando y permita que ellos le ayuden a esclarecer las peticiones
del perpetrador. Incluso dudar de la meticulosidad del fallecido o deudor sobre
su práctica de pagos ayuda a desestimular al criminal.
No deje cabo suelto para los perpetradores
que asaltan la buena fe y abusan del dolor que genera una pérdida. Su patrimonio
y legado merece ser cuidado por sus familiares o por quien Usted designe. Entre
mejores canales de comunicación Usted tenga, menor es la posibilidad de que un
perpetrador abuse sus seres amados en su ausencia. Edúquese sobre fraude y
cómo un perpetrador puede arruinar el futuro de sus familiares. Cierre las
puertas de la vulnerabilidad y abuso antes de morir en paz.
Marta Deise Cadavid Acevedo
Experto Examinador de Fraude (CFE), Especialista
Certificado en Anti lavado de dinero (CAMS) y Anti lavado de Dinero y
Financiamiento al Terrorismo (AMLCA). Profesional en el área contable egresada
de la Universidad de Antioquia con Especialización en Gerencia Financiera y
Master en Economía Financiera de la Corporación Universitaria CEIPA.
Conferencista y conductora de seminarios, desarrolladora de cursos y talleres,
y colaboradora en la producción de artículos, todos esto enfocado a la
prevención, detección, reporte e investigación de delitos económicos. Para
mayor información visita su Blog Marta Cadavid.
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