La falta de
comunicación entre las unidades de negocios y los auditores o administradores
de fraude ayuda a que los perpetradores encuentren las oportunidades perfectas
para cometer fraude y abuso. Pare evitar la común y molesta pregunta "....
¿y dónde estaban los auditores?" debemos ser proactivos y convertirnos en
los aliados estratégicos de la organización conservando nuestra idoneidad,
autonomía y objetividad. Se requiere de voluntad y persuasión para cambiar la
comunicación al interior de las organizaciones; por lo tanto empecemos desde a
cerrar la brecha a los perpetradores evaluando y mitigando los riesgos en los
nuevos negocios y negociaciones... ¡Eres auditor... no eres bombero!
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auditor interno!
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