lunes, 23 de diciembre de 2013

El escepticismo también

Jesús Aisa Díez

Como bien conocemos, el Marco Internacional para la Práctica Profesional de la Auditoría Interna es el documento que recoge las Normas que debemos cumplir los profesionales que nos dedicamos a la función de auditoría interna, así como los consejos que The Institute of Internal Auditors entiende oportuno compartir a fin de que nos familiaricemos con las mejores prácticas al uso dentro del ámbito de la actividad auditora. Todo ello sin olvidar el Código de Ética que debe guiar nuestras funciones  para poder conseguir la debida confianza de las distintas partes interesadas respecto de  nuestro trabajo.

Dicho Código de Ética afecta individualmente a los profesionales que desarrollamos trabajos de auditoría interna, así como a las organizaciones que proveen este tipo de servicios . Motivo por el que, al efectuar las evaluaciones de calidad de las Unidades de Auditoría Interna, no solo se verifica que existe el Código, sino que el mismo esté asumido formal y expresamente por los diferentes miembros que conforman, o colaboran, con dichas Unidades.

Sus principios y reglas de conducta del Código son cuatro: Integridad, Objetividad, Confidencialidad y Competencia,  en base a los cuales debemos ajustar nuestra actividad, pero sin olvidar que estos requisitos no son los únicos que hemos de respetar, ya que existen  otros requerimientos para ejercer adecuadamente nuestra función, como por ejemplo: escepticismo profesional, inexistencia de conflictos de intereses con las partes auditadas, empatía, etcétera.

Con respecto al escepticismo profesional, podemos señalar que es un concepto que no se cita en ningún momento en nuestro Marco Profesional, por lo que podríamos entender que el mismo no es requerido para ejercer nuestra actividad, lo cual consideráramos personalmente que no se ajusta a la realidad, puesto que si partimos de la definición que se recoge en el Diccionario de la Real Academia Española, hemos de entenderlo como: Desconfianza o duda de la verdad o eficacia de algo. Posicionamiento que es una premisa básica que debemos emplear los auditores al ejercer la función, sobre todo si estamos actuando en entornos de fraudes, ya que nuestra eficacia se pondrá de manifiesto si vemos la “botella medio vacía, en vez de medio llena”.

En este sentido el PCAOB, que como sabemos son las siglas en inglés de Public Company Accounting Oversight Board, corporación sin fines de lucro creada por la Ley Sarbanes-Oxley de 2002 para supervisar la calidad de  auditorías externas, define el escepticismo profesional como una ACTITUD que requiere una mente inquisitiva y una evaluación crítica de las evidencias de auditoría, ya que ello resulta esencial para el desempeño de cada auditoría y la consecución de auditorías efectivas.

En palabras de su Presidente, Martin Baumann, la falta de aplicación de un nivel adecuado de escepticismo profesional puede impedir a los auditores  la obtención de pruebas adecuadas para apoyar sus opiniones, pero también carencias de escepticismo  pueden impedir a los auditores  la identificación de errores materiales en los estados financieros.

Si bien el escepticismo profesional es importante en todos los aspectos de la auditoría, es particularmente importante en áreas que incluyen la valoración administrativa significativa, especialmente en las zonas con gran incertidumbre en la medición.

Recomendaciones que entendemos trasladables a la actividad de los auditores internos, debiendo asumirlas íntegramente aunque no estemos actuando en el ámbito de las verificaciones del contenido de los estados financieros, como es el caso de los auditores externos, pues no debemos ignorar que frecuentemente, o al menos posiblemente, en determinadas circunstancias los responsables de los entes auditables no compartirán con los auditores toda la información que rodea al proceso o actividad que estemos supervisando, lo que podría conducir a la obtener conclusiones inadecuadas o valoraciones no ajustadas a la realidad, lo que impediría sugerir recomendaciones verdaderamente eficaces.

Adoptar una postura escéptica, no significa que mantengamos un comportamiento inquisitorial, que no es deseable, y no es a lo que nos estamos refiriendo, sino que lo que esta pretende es que profundicemos en la razonabilidad y veracidad de los comentarios y argumentos recibidos, de forma que podamos concluir acertadamente en las causas reales que justifique los debilidades de los procesos auditados. Lo cual resultará imprescindible en la fase de determinar las oportunidades de mejora que podamos aportar a las organizaciones.

Esperando que se compartan estas opiniones, dadas las fechas en las que nos encontramos, aprovecharé para desear unas felices fiestas navideñas a todos aquellos amigos que tengan la curiosidad de leer estas líneas. Un saludo.

Artículo Publicado en el Blog: Auditoría Interna del Siglo XXI
http://auditoriainternasiglo21.blogspot.com.es/

Jesús Aisa Díez Ex-Subdirector General Corporativo de Auditoría Interna de Telefónica SA. Director Proyectos de Evaluaciones de Calidad del IAI España. Director Técnico de FSH Consulting.
                                                                                                                                  
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