lunes, 8 de diciembre de 2014

Falacias lógicas que los auditores internos deben enfrentar

¿Qué es el sentido común?

Podríamos decir que el sentido común es lo que las personas piensan a nivel general sobre un tema en particular. Es como una especie de “acuerdo general” que las personas hacen sobre algo. Es una forma de juzgar razonablemente las cosas, sin necesidad de que una determinada información esté comprobada científicamente; lo único que importa es que la mayoría de las personas lo consideran cierto.

Pero si algo he aprendido durante más de 20 años de ejercicio profesional es que:

"El sentido común es el menos común de todos los sentidos,
cuando se discute un informe de auditoría interna".

Esta opinión surge, debido a que en algunas oportunidades podemos durante nuestro trabajo detectar falacias empleadas de forma impune.

¿Qué es una falacia?

En lógica, una falacia (del latin fallacia, ‘engaño’) es un argumento que parece válido, pero no lo es. Algunas falacias se cometen intencionalmente para persuadir o manipular a los demás, mientras que otras se cometen sin intención debido a descuidos o ignorancia.

En ocasiones las falacias pueden ser muy sutiles y persuasivas, por lo que se debe poner mucha atención para detectarlas, a continuación presentamos algunos tipos de falacias lógicas que los auditores internos enfrentamos, casi a diario, al discutir un hallazgo u oportunidad de mejora con nuestros clientes:

Pendiente resbaladiza: Es el argumento que expone el cliente, que si se toma una medida en particular, esa acción inevitablemente llevará a otra acción menos conveniente. Los clientes suelen recurrir a los argumentos de pendiente resbaladiza en un esfuerzo de resistirse a adoptar recomendaciones sugeridas por el departamento de auditoría interna. Por ejemplo, un cliente podría indicar lo siguiente: “Si usted nos hace poner etiquetas y número de identificación en el equipamiento principal, la próxima vez tendremos que poner etiquetas a cada lapicero, lápiz y gancho de papel que haya en la oficina”. Este argumento puede reconocerse fácilmente como exagerado e ilógico.

Non Sequitur: Quiere decir “No sigue las reglas” es una falacia en la cual la conclusión no se deduce (no se sigue) de las premisas. En sentido amplio se aplica a cualquier razonamiento inconsistente. Por ejemplo, un cliente podría hacer la siguiente declaración: “Nuestro sistema contable está bien controlado; nuestro libros auxiliares siempre cuadran”.  El tener los auxiliares debidamente cuadrados con su correspondiente cuenta en el Mayor General es un aspecto importante en un sistema contable adecuado, pero no solamente el único que un auditor debería tomar en consideración para determinar la razonabilidad del sistema de control.

Post hoc ergo propter hoc: Es una expresión latina que significa “después de esto, por lo tanto, a consecuencia de esto”. A veces se acorta por post hoc.
Post hoc es también llamado correlación coincidente o causalidad falsa. Es un tipo de falacia que afirma o asume que si un acontecimiento sucede después de otro, el segundo es consecuencia del primero. Este es un error particularmente tentador, porque la secuencia temporal es algo integral a la causalidad es verdad que una causa se produce antes de un efecto. La falacia viene de sacar una conclusión basándose sólo en el orden de los acontecimientos, lo cual no es un indicador fiable. Es decir, no siempre es verdad que el primer acontecimiento produjo el segundo acontecimiento.

Post hoc es un ejemplo de la falacia de afirmación de la consecuencia. Puede expresarse así:

El acontecimiento A sucedió antes que el acontecimiento B.
Por lo tanto, A debe haber causado B.

Por ejemplo, un cliente puede afirmar que después de la implementación de un programa de supervisión se redujeron las pérdidas. Antes de llegar a la conclusión de que el programa de supervisión es responsable de la reducción de las pérdidas, los auditores internos deben buscar otros factores o eventos de otra índole que podrían haber contribuido a esta reducción.

La moraleja de nuestro artículo es la siguiente, cuando vayas a discutir tu próximo informe de auditoría interna debes tener presente que:

"Creer en el sentido común es la primer falta de sentido común."

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4 comentarios:

  1. Todo muy interesante y todo ha sucedido, si no fuera mucha molestia podrían escribir algunos alcances de soluciones (generales) para cada uno de los casos, se los agradecería mucho.

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    1. Muchas gracias, Alejandro por visitar el Blog y por tus valiosos comentarios.
      Respondiendo a tu pregunta, la estrategia de la primera falacia debe ser la siguiente:

      1. Centrarnos en los beneficios de la recomendación en vez de en la exageración del cliente.
      2. Mostrar interés genuino en mejorar el proceso.
      3. Estar abiertos a otras opciones de solución que podría tener en mente nuestro cliente.

      Las falacias Non Sequitur y Post hoc ergo propter hoc, tienen sus soluciones presentadas en el artículo.

      Saludos,

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  2. La principal ventaja que posee el auditor (y que no debe perder nunca) es que no tiene los sesgos endógenos de la organización.
    Cuando el auditor pregunta 5 veces seguidas ¿Por qué? a la 2ª o 3ª respuesta se encuentra con el famoso "Siempre se hizo así" que contiene la falacia intrínseca: "Si siempre se hizo así, entonces quiere decir que así está bien."
    Esa falla está programada en nuestros cerebros desde la más tierna infancia por nuestro sistema educativo, que en vez de enseñararnos a "aprender a aprender" y a "comprender" nos enseña a aceptar sin cuestionamientos (paradigma de mando y de control).

    Gracias por dejarme compartir estas reflexiones.
    Saludos cordiales.

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  3. Es interesante como las falacias y los sesgos son partes de la convivencia en cada ámbito laboral y social, pues estos se encuentran muy fácilmente. Por mi parte he estado frente a la falacia del falso dilema, sesgo de disponibilidad, falacia de autoridad, que lamentablemente son razones por las que he aprendido a saber con quien se comparten opiniones o se inicia un dialogo, pues conversaciones con esta clase argumentos no llevan a ningún lado, y bueno que en el ámbito laboral se debe tolerar. Muchas gracias por compartir y permitir comentar.

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