Los últimos ataques de
ramsonware han puesto de manifiesto la nueva realidad a la que deben hacer
frente las compañías. Eventos que hace unos años se hubieran considerado
prácticamente como cisnes negros, están demostrando que su materialización no
es remota, sino que además pueden convertirse en habituales.
El resultado de
dichos ataques ha evidenciado falta de preparación por parte de las compañías a
la hora de anticiparse y protegerse a unos sucesos que, por su magnitud, han
llegado a afectar a los procesos productivos de varias multinacionales, no
quedando limitados al impacto reputacional que tenían hasta ahora. Auditoría
Interna, como socio estratégico de la dirección, debe ser capaz de entender y
evaluar las medidas y procesos a implementar que aseguren una correcta
protección de los intereses de la organización.
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