miércoles, 28 de noviembre de 2012

La opinión graduada (Segunda Parte)

Por José Luis Herreros Barbadillo, CIA, CRMA

4. Complejidad para aplicar las escalas

Los equipos de fútbol de primera división se clasifican, de forma simple, en:

Equipos que jugarán competiciones europeas.
Equipos de la zona media de la tabla.
Equipos que descenderán de categoría.

Esta clasificación se realiza en función de los partidos ganados, perdidos o empatados. Si se utilizaran más criterios (penalización de presupuestos elevados, fomento de la deportividad,...) la clasificación “combinada” sería más difícil de aplicar y el resultado podría cambiar.

Esta dificultad la encontramos a la hora de emitir el juicio auditor: por lo general, hay que valorar múltiples factores.

Imaginemos una política de calificación basada en:

la evaluación de los procedimientos existentes (lo que hay que hacer).
el análisis del control interno (cómo se hace).
la eficiencia del uso de los recursos disponibles (¿se hace económicamente?).
las incidencias detectadas (qué ha fallado).

El rango de posibles calificaciones a otorgar podría ser “Sobresaliente”, “Notable”, “Aprobado”, “Insuficiente” o “Muy deficiente”.

Las calificaciones se asignarían en función de la siguiente matriz:


Sobresaliente
Notable
Aprobado
Insuficiente
Muy deficiente
Procedimientos
Escritos y se cumplen en su totalidad
Escritos y se cumplen medianamente
Hay procedimientos, aunque no figuran por escrito
No hay o no se cumplen
De ningún tipo
Control interno
Eficaz
Hay algo de control interno y mitiga los principales riesgos.
Algo de control interno (mejorable)
No hay o existe pero es insuficiente, manual…
No existe o no funciona
Desempeño
Eficiente (los objetivos se alcanzan con el óptimo uso de recursos)
Mejorable
Suficiente
Existen duplicidades, los recursos no se utilizan adecuadamente,…
Ineficiente
Incidencias
No hay incidencias
No hay incidencia significativas
No incidencias significativas
Incidencias poco relevantes
Incidencias graves(incumplimientos, quejas, perdidas, quebrantos, fraudes)

Es fácil identificar las situaciones extremas (todo está muy bien – todo está muy mal). Pero, en la práctica, estas situaciones se producen muy pocas veces, moviéndonos por zonas intermedias.

Siguiendo con el modelo planteado, si una actividad tiene procedimientos escritos que se aplican en su totalidad, el sistema de control interno definido funciona correctamente, los recursos se usan de forma óptima y no se han detectado incidencias tendrá una calificación “Sobresaliente”.

Por el contrario, si no existen procedimientos ni control interno, los recursos no se gestionan adecuadamente y se han identificado incidencias graves, la calificación será “Muy Deficiente”.

Pero ¿cómo calificaríamos una actividad que no cuenta con procedimientos ni con mecanismos de control interno, pero en la que los recursos se utilizan eficientemente y en la que no se han detectado incidencias? 
5. Modelo propuesto

Para mitigar la dificultad de uso descrita se propone un modelo de calificación mixto cuantitativo – cualitativo: a partir de un cuestionario de evaluación se obtiene una puntuación numérica que, posteriormente, se traduce a categorías descriptivas.

Continuando con la política descrita en el apartado anterior, vamos a evaluar la existencia y funcionamiento de procedimientos y mecanismos de control interno, la eficiencia del uso de los recursos disponibles y las incidencias detectadas.

Para ello, desglosamos cada uno de estos criterios en cuestiones o preguntas mucho más concretas, que recibirán una puntuación numérica.

Estas preguntas se deben definir de forma que una evaluación negativa reciba la mínima puntuación y una evaluación positiva, la máxima.

Posteriormente, se agregan las puntuaciones obtenidas y se compara el resultado con la máxima puntuación posible:

Puntuación Obtenida
Puntuación Máxima

Hay que tener en cuenta que si una pregunta no resulta de aplicación, debe ser descontada del cálculo de la puntuación máxima posible del cuestionario.

El último paso es definir un baremo en función de los porcentajes. Por ejemplo:

%
Calificación
De 0% a 25%
Muy deficiente
De 26% a 50%
Insuficiente
De 51% a 70%
Aprobado
De 71 % a 90%
Notable
De 91 % a 100%
Sobresaliente

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