viernes, 15 de febrero de 2013

Oficio Auditor Interno Consejo No. 3: Realice su trabajo con entusiasmo

El entusiasmo es un factor crítico en la realización exitosa de cualquier asignación, es un ingrediente fundamental para llevar a cabo cada tarea. El entusiasmo es el combustible que enciende el motor en nuestro viaje hacia la búsqueda de la excelencia. No dejes apagar el entusiasmo, virtud valiosa como necesaria; trabaja, aspira, tiende siempre hacia la altura.

La palabra entusiasmo proviene etimológicamente del latín enthusiasmus, y este del griego ἐνθουσιασμός, que significa tener un Dios dentro de sí (estar inspirado por Dios). Los antiguos griegos creían que el entusiasmo era un don del cielo, o sea, una suerte recibida que conviene proteger.

Ahora bien, apliquemos este término a nuestro trabajo:

¿Cómo ve usted su trabajo?

¿Qué representa para usted el trabajo?

“El trabajo es amor hecho visible”
Kahlil Gibran

El trabajo no es una condena, un mal necesario, sino una forma maravillosa y cabal de realización humana. Creo decididamente en el trabajo, en el cansancio por el deber cumplido, en la constancia tenaz para lograr los objetivos y en la vocación personal. El trabajo representa una carrera, una formar de contribuir a la sociedad, un cometido noble y un don extraordinario.

La función principal del intelecto es dirigir la conducta, por lo que tenga la convicción de crecer diariamente a través de aumentar sus conocimientos, incrementar sus destrezas, mejorar sus hábitos de trabajo, emplear de forma más creativa las herramientas tecnológicas disponibles, con la finalidad de obtener un mejor resultado del esfuerzo de su trabajo.

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