sábado, 6 de octubre de 2012

Excepcional u ordinario

Durante mis viajes por Latinoamérica, he tenido la oportunidad de ver cómo algunos auditores internos viven como si fueran inmortales, en cambio muchas veces observo, como otros se  comportan como si estuvieran con la sentencia aplazada, por lo que no conozco pregunta más esencial y más embarazosa que ésta:

¿Cuál es la diferencia entre un auditor interno excepcional y uno ordinario?

La diferencia lo representa el compromiso con la excelencia, el cual se refleja en la decisión de mejorar nuestras destrezas y habilidades continuamente. Ahora, más que nunca debemos de estar conscientes que siempre hay inexploradas posibilidades de crecer, recuerde que los auditores internos necesitamos levantarnos cada mañana y realizar un esfuerzo extra durante las próximas 24 horas que tenemos por delante.

Ese esfuerzo extra es lo que separa:

...al auditor interno superior del mediocre;
...al auditor profesional del aficionado;
...al consultor de negocios del verificador;
...al asesor interno del espía de la administración;
...al socio de su cliente de su enemigo;
...al entrenador sobre control interno del juez;
...al auditor interno exitoso del perdedor.

“La diferencia entre lo que hacemos y lo que somos capaces de hacer resolvería la mayoría de los problemas del mundo” Mahatma Ghandi.

Me gustaría hacerte una pregunta:

¿Cómo sería el mundo si viviéramos todos hasta nuestro máximo potencial?

Ya sabemos la respuesta.  Entonces, comienza trabajar en mejorar tus destrezas hoy mismo.

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