1. Cuide el tono del mensaje:
Muchas veces
el problema real no es lo que escribes en el informe, sino cómo lo escribes. En
mis años como auditor interno he podido observar que el 10% de los conflictos
surgidos durante la discusión de un informe se deben a diferencias de opinión sobre
un tema crítico y el 90% al tono equivocado usado en la redacción de los
hallazgos de auditoría. En tu próxima reunión de finalización del trabajo, en
vez de sentirte tentado a decirle a tu cliente “lo hiciste mal”, trata de decir: “Trabajemos
juntos en buscar si existe una mejor forma de hacer esto”.
2. Diga la verdad:
Diga solamente los hechos y asegúrese que los hechos
sean verdad. Al redactar las desviaciones se debe hacer una descripción
ajustada a la realidad de lo que se observó, de lo que se evidenció por medio
de la evaluación, con el propósito de escribir los hechos tal y cómo ocurrieron,
presentando los resultados de la auditoría para que de la forma más natural
posible el lector pueda llegar a la misma conclusión que el auditor. Esto es,
sin hacer ninguna interpretación subjetiva del hecho que se audita, sino
informar tal y cómo ocurrió la situación.
3. Tenga presente la causa que originó el
problema:
Muchos
auditores internos invierten más tiempo en buscar un culpable, que en
investigar las causas que originaron el problema, lo cual es esencial para
desarrollar una recomendación que agregue valor. Las técnicas para el análisis
de la causa primordial son vitales para lograr nuestro objetivo principal, que
es ayudar a nuestros clientes a alcanzar sus objetivos de negocio. A continuación
presentamos algunos ejemplos de herramientas para el análisis de causa:
·
Los
“Cinco Por qué”.
·
Modo
de falla y análisis de los efectos.
·
Diagrama
SIPOC en inglés y SAPRC.
·
Diagrama
de flujo del proceso, flujo del sistema y flujo de datos.
·
Diagramas
espina de pescado (Ishikawa).
·
Crítica
a la medición de la calidad.
·
Diagrama
de Pareto.
·
Correlación
estadística.
4. Proponer una solución práctica:
Desarrolle un plan de acción viable junto con su cliente de forma
colaborativa, discuta la situación con el personal competente y tome en
consideración las áreas de soporte, quienes en algunos casos son los
responsables finales de la ejecución de los cambios. Realizar una recomendación
general que no presente las diversas opciones disponibles para solucionar de
forma efectiva el problema o no tener presente las limitaciones económicas; y
recomendar cambios que podrían ser inaplicables, es uno de los mayores
destructores de la credibilidad de su trabajo. Tenga presente que:
Para los
auditores internos, es absolutamente necesario no solo poder
articular un
problema – que impacto potencial tiene y cómo puede ser
corregido –
pero también tenemos que inspirar a la realización de una acción correctiva. Si
fallamos en inspirar un cambio, el proceso completo de
auditoría es
una pérdida de tiempo.
Lección de Vida No. 27 – Richard F. Chambers,
Presidente y CEO del IIA Global
Tomado del libro –
Lessons Learned on Audit Trail
5. Siempre Deje Algo Positivo:
Demuestre preocupación genuina por tus clientes y por
mejorar los procesos de las áreas bajo su responsabilidad. En cada trabajo
debes de tratar por todas formas de “Ser útil”: Cada vez que realice un
proyecto o asignación de auditoría interna debe tener presente siempre dejar
algo constructivo, que ayude a resolver los problemas detectados del
área bajo examen.
Tenemos la responsabilidad de ser útiles para nuestras
organizaciones. Como nos enseñó el prócer cubano José Martí: Las
cosas buenas se deben hacer sin llamar al universo para que lo vea a uno pasar.
Se es bueno porque si; y porque allá adentro se siente como un gusto cuando se
ha hecho un bien, o se ha dicho algo útil a los demás. Eso es mejor que ser
príncipe: es ser útil.
Conclusión
Para finalizar recuerda
que en cada trabajo debes poner tu sello personal. En cada informe deja tu
marca tu sello personal, cada uno de tus informes debes verlos como una obra
maestra, como tu opus, la culminación máxima de tu esfuerzo: Como el Guernica
de Picasso. Como La Gioconda, también conocida como La Mona Lisa de
Leonardo Da Vinci. O como si estuvieras esculpiendo una escultura perfecta como
el David de Miguel Ángel.
Porque es una gran
realidad que: “Cuando el amor y la
habilidad trabajan juntos, el resultado es una obra maestra”. John Ruskin
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Excelente articulo, este es uno de los retos importantes que a mi modo de ver tenemos los auditores.
ResponderEliminarMuchas gracias, David por dejarnos saber tu opinión respecto a nuestras reflexiones sobre los informes de auditoría interna. Saludos,
ResponderEliminarEsto es lo que muchos colegas no comprenden, redactan informes que no permiten identificar el orígen del problema sino dañar al auditado, poner en mal a las personas...pudiendo haber sacado provecho del hallazgo para aportar su conocimiento y poner a disposición su experiencia para robustecer el control interno, logrando así que la Unidad de AI sea valorada.
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