lunes, 6 de julio de 2015

Liderazgo en auditoría interna

Israel Barrantes Sánchez
Tuve la oportunidad de leer un artículo que publicó el motivador Don German Retana en referencia al liderazgo, éste me impactó desde la primera vez que lo leí, y en esta oportunidad deseo compartir una parte del mismo.

En dicho artículo relata la forma como “los sherpas se dedican a ayudar a otros a que lleguen a la cima”, indica el señor Retana:

“El mundo reconoce a Edmund Hillary como el primer escalador del Everest, en el 1953; pero él comparte el mérito de su hazaña con Tenzing Norgay, el sherpa líder que le permitió llegar a la cúspide un 29 de mayo.

Dedicados originalmente a la agricultura, los sherpas se han convertido en expertos en facilitar que otros alcancen su sueño. Sin renunciar a sus raíces espirituales, en las que destacan la armonía, la generosidad, la hospitalidad, la paz y el equilibrio, comprometen en oportunidades su vida para salvar la de sus “clientes”.

Los sherpas son entonces guía y soporte de sus propios “jefes”, quienes tienen anhelos pero no ser expertos en lo que implica procurarlos. Aquellos que deseen llegar alto tendrán que escuchar, dejarse orientar y hasta obedecer, por paradójico que parezca quien alcanza la cima lo recordará toda su vida, y quien le llevó a ella goza verle triunfar y además podrá alimentar a su familia todo un año con la paga que recibe. Ambos ganan, lo que parece un “trato justo”.

La fama acompaña a los que alcanzan la meta, la satisfacción interior a los que definieron la ruta, los escaladores son temporales y otros tomarán su lugar, pero los sherpas están siempre allí, atentos para servir, inspirar e impulsar a quienes deseen llegar lejos. Así, es impactante cuando, desde las cumbres del poder o desde cualquier posición, se actúa como sherpas para ser puentes entre el presente y los sueños de quienes nos rodean.

Los líderes sherpas no claman agradecimientos ni prestigio, son como los padres y madres de familia que dedican su vida entera a hacer felices a sus hijos; como los maestros que se dan sin pensar en recompensas y como tantos miembros de organizaciones que en modo silencioso se convierten en peldaños para un éxito que a veces no es compartido con ellos”.

Lo indicado por el señor Retana líneas a tras me invita a hacerles la siguiente pregunta:

¿Cuándo fue la última vez que usted, como líder o miembro, fue sherpa de su equipo?

Si se tomó unos minutos para meditarla, esta pregunta nos debe llamar a la reflexión a nosotros como auditores internos, independientemente del puesto que se ocupe en la organización, si eres el director ejecutivo de auditoría, auditor encargado, o un asistente, cada uno estamos en la obligación de cumplir con nuestra labor de manera tal que acerquemos, contribuyamos y seamos un pilar asesor de la organización para que logre sus objetivos, es nuestro deber que esos objetivos se plasmen no solo en papel sino en una realidad en beneficio de nuestra sociedad, moldeando los principios y valores que nos caracterizan como profesionales expresados en nuestro trabajo.

Aceptando la responsabilidad de nuestra función estaremos contribuyendo sin lugar a dudas no solo en nuestro propio crecimiento sino en el crecimiento de nuestros semejantes cada vez que logremos mejorar nuestros propios procesos y procedimientos y compartiendo conocimiento con nuestros colaboradores y colegas estaremos contribuyendo al logro de una mejor calidad de vida de los ciudadanos de nuestro país.

¿Pero cómo podemos liderar debidamente nuestra función?

¿Quiere usted ser un buen Auditor Interno?

Seguidamente, intentaremos dar respuesta a estas preguntas. Lo primero que debemos de tener en cuenta es que este tema no trata de tocar solamente aspectos técnicos que afectan la profesión de auditoria interna, sino su punto medular; las personas, los seres humanos que nos dedicamos a su ejercicio, siendo necesario y fundamental el equilibrio emocional con nuestras apreciaciones intelectuales. Sin duda el éxito de una unidad de Auditoría Interna es el reflejo de la actitud, grado de motivación y compromiso de las personas que lo componen.

Un líder es un agente de cambio, un transformador que mejora las condiciones materiales y humanas y que trasciende a través de la acción. La voz del líder, significa ser un visionario, un profeta, un artista del futuro que logra que las visiones se concreten.

Ser un líder significa, ser un administrador del esfuerzo y recursos que se dirigen a los procesos humanos, tales como, la entrega, la pasión por lo que se hace, la lealtad, el sentido de pertenencia a la unidad de auditoría interna, el cariño a la organización donde crece como profesional, donde construye su vida, se desarrolla como personal y contribuye a un crecimiento colectivo.

Un líder debería ser capaz de transformar los miembros de su equipo de trabajo en:

•Personas integras, que estén comprometidas con los más altos estándares éticos y profesionales.
·         Profesionales dinámicos y motivados capaces de dirigir y convertirse en ejemplo de mejores prácticas.
·         Auditores flexibles y pragmáticos los cuales entienden la organización y sus necesidades.
·         Personas autodidactas, en búsqueda de conocimientos, que pueda trasmitir y plasmar en su trabajo.

Tenga presente que sus capacidades de líder no dependen de sus condiciones genéticas o formación profesional, ser un líder tiene que ver con su capacidad de mejorar individualmente, reinventarse cada día y crecer en espíritu para poder inspirar, transmitir conocimientos, motivar y producir entusiasmo en los que lo rodean, invitándolos a ser agente de cambio su éxito no depende tanto de lo que hace, sino de cómo lo hace, como lo percibe. En síntesis un auditor con liderazgo integra y da sentido de dirección, apasiona, anima, combina el discurso con la acción, cree en la capacidad de su gente y la compromete a seguir dando un mayor esfuerzo cada día.

Hay muchas voces allá afuera que reclaman nuestra atención, somos Auditores Internos todos nos observan y esperan de nosotros ecuanimidad, integridad, sobriedad y criterio único consistente, por lo que se hace necesario que a través del liderazgo podamos empujar a la organización a que realice mejor su función y que confié en el valor agregado que le damos con nuestra gestión.

Como puedo ser un mejor auditor interno, que satisfaga la necesidad de nuestros clientes internos y externos.

Los auditores internos tenemos una serie de normas tanto nacionales como internacionales de obligado cumplimiento, algunas de estas como, integridad, objetividad, competencia, pericia, debido cuidado profesional, calidad, entre muchas otras y nuestra adhesión y cumplimiento nos permitirán realizar nuestro trabajo de una manera razonable y cumplir con nuestras funciones en observancia a los marcos y códigos regulatorios. No obstante existen una serie de acciones que podemos emprender en nuestro ejercicio profesional que combinadas con las normas y códigos nos permitirán mejorar nuestra labor y por consiguiente cumplir con las necesidades de nuestros clientes, a continuación propongo que intentemos cumplir con lo siguiente:

·         Ser honrados y justos.
·         Tener valor heroico.
·         Tener compasión.
·         Ser cortes.
·         Tener Honor.
·         Tener sinceridad absoluta.
·         Ser leal.
·         Respetar a nuestros semejantes.

Para cumplir con estos otros atributos considero que es necesario:

·         Escuchar atentamente y revisar con cuidado.
·         Ser claro y sincero.
·         Ser valientes
·         Actuar con nobleza.

No me quiero despedir sin compartir esta reflexión, muy enaltecedora para el rato que nos hemos acompañado en esta lectura.

“Un hombre llevo a su pequeña hija a un parque de diversiones y ella de inmediato corrió a un quiosco y pidió un algodón de azúcar. Cuando le fue entregado, su padre le pregunto: Cariño ¿estas segura de que puedes comértelo todo? No te preocupes papá, le respondió. Soy más grande por dentro que por fuera.”

Ese es el verdadero secreto del liderazgo.

“Ser más grande por dentro, para construir grandes afuera”

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