En octubre del año pasado al final de mi conferencia en el XIV CLAI realizado en Lima, Perú, un colega auditor interno se me acerco. Inicialmente, pensé que esta persona hablaría de lo motivadora e innovadora que fue mi presentación, pero nada más lejos de la realidad. El buen amigo, solo quería entregarme un artículo llamado: Verbos Disfuncionales ¿Monitorear?, escrito por el prominente lingüista peruano Noé Lara, el cual establecía entre otras cosas lo siguiente:
Destacados profesionales utilizan la palabra "monitorear" para significar seguir o controlar procesos, en general. Este vocablo tan usado por los funcionarios y ejecutivos que ejercen supervisión desconcierta a quienes conocen y saben manejar el lenguaje, en unos en cuanto a su legitimación y en otros en lo que atañe a su semántica. Los sustantivos designan entidades y buena parte de ellos generan verbos. Así vemos que el que imparte conocimientos en las escuelas lo conocemos por la palabra profesor. En esto no hay discusión. Empero, si alguien emitiera "en este último trimestre vamos a "profesorear" la labor de los docentes "; y lo hace con el criterio que se toma con respecto a monitor ("monitorear"), creerá que hace lo correcto. Es más, Incluso pensará que las palabras terminadas en "or" llevarán similar manera de formación de verbos. Esta actitud de desvirtuar el lenguaje no sólo ocurre en nuestro medio. Por ejemplo, en España, se emplea "monitorizar"; en Honduras, monitoreo-monitorear; en México, monitorear y monitoreo, y en América del Sur, monitorear.
La causa de este pandemonio verbal está en no conservar la fidelidad lingüística de nuestro idioma y fácilmente nos lleva –y siempre se hace– a coger términos que responden a situaciones distintas a nuestro propio universo lingüístico. Es así como de la palabra monitor, aparato con pantalla de control, que procede del inglés, se ha creado los "verbos" monitorizar y monitorear. Como este aparato sirve para controlar, se piensa, ingenuamente, en alguien que monitorea. Tremendo error.
A estas alturas, estoy seguro que muchos de ustedes se podrán imaginar que empleé erróneamente el término MONITOREAR, en innumerables ocasiones durante toda mi presentación, cuando me refería a acciones tales como: Supervisar, vigilar, dar seguimiento, etc. Por lo que de ahora en adelante, cuando hable o escriba respecto al último componente del Marco de Control Interno COSO es preferible seleccionar la voz Supervisión en vez del anglicismo MONITOREO.